la cosmovisión
del agua

En el desarrollo de los pueblos, el agua ha jugado un papel muy importante. Esto se puede observar desde los inicios de las civilizaciones; los primeros asentamientos humanos se llevaron a cabo en lugares con presencia de agua.

Al comprender la importancia de este recurso natural, las civilizaciones crecientes comenzaron a crear seres mitológicos relacionados con la lluvia y el agua, los cuales, incluso en nuestros, días forman parte de nuestras tradiciones.

En los ríos Tigris y Éufrates, ubicados en la zona conocida como Mesopotamia, se establecieron las primeras civilizaciones y con ellas se fundó Babilonia, una de las grandes ciudades de la antigüedad.

Otro de los caudales con gran importancia para las civilizaciones antiguas fue el Río Nilo. Además de que a sus orillas se establecieron los egipcios, su importancia se centró en que sus crecidas anuales facilitaron el desarrollo de la agricultura y los inicios de la ingeniería, ya que para aprovechar el agua durante los desbordamientos, se construían canales y lagunas.

Por otra parte, para la civilización China, el desarrollo de la agricultura se vio beneficiada por los ríos Hoang-Ho (Río Amarillo) y Yang-tse-Kiang (Río Azul), ya que las constantes inundaciones propiciaron un suelo fértil para el arroz. Asimismo, estos ríos facilitaron la comunicación, entre el territorio Chino con diferentes regiones.

De la misma forma, el mar Mediterráneo, hizo posible intercambios culturales y comerciales debido a su facilidad en la navegación.

Tanto el mar Mediterráneo como el mar Adriático contribuyeron al desarrollo de Venecia, una de las ciudades de mayor esplendor hasta nuestros días. De esta zona, vale la pena mencionar a los fenicios, pueblo cuyo auge se debió principalmente a sus habilidades en la navegación y el conocimiento de las rutas del mar; esta actividad les permitió sobresalir en el comercio y la conquistar nuevos territorios.

El desarrollo de la ciudad de Roma se debió principalmente al agua; los romanos fueron los que diseñaron los primeros baños públicos de la antigüedad y los sistemas de drenaje en la ciudad; debido a esto a Roma se le conocía como la ciudad del agua.

Durante la antigüedad, las civilizaciones islámica, romana y hebrea construyeron puentes y acueductos que permitieron el desarrollo de varias ciudades, los cuales hasta en la actualidad son muy utilizados.

El agua no solo ha jugado un papel importante para el desarrollo de la agricultura, ganadería o comercio, actividades que satisfacen las necesidades básicas de una población; también ha servido de inspiración para artistas, arquitectos, y diseñadores para creaciones de grandes espacios con fuentes y lagunas que llevaron a cabo los árabes.

Asimismo se ha observado la necesidad del ser humano de almacenar el agua, por lo que se han construido represas que permiten controlarla mejor y también se han construido canales como el Canal de Panamá y el Canal de Suez, por medio de las cuales se han unido océanos y se ha facilitado la navegación en algunas zonas.